sábado, 16 de octubre de 2010
lunes, 4 de octubre de 2010
LEY DEL EMBUDO AL REVÉS
LEY DEL EMBUDO AL REVÉS
Con el avance y desarrollo de la tecnología, la comunicación esta siendo dada y manejada por grupos muy pequeños, que pueden llegar a multitudes cada ves mas grandes.
Fuente: “La tercera colonización” de Efraín Ruiz Caro.
HIROSHIMA Y NAGASAKI
En agosto de 1939, el sabio Albert Einstein había escrito al presidente de Estados Unidos, advirtiéndole de que la desintegración nuclear en cadena podía producir una bomba atómica más devastadora que cualquiera de las armas hasta entonces conocidas.En un esfuerzo secreto con Canadá y Gran Bretaña, Roosvelt dió curso a un trabajo de investigación que cinco años más tarde culminaría con el lanzamiento de la bomba atómica sobre la población civil de Hiroshima.En realidad, una primera bomba atómica fue lanzada como prueba en el desierto de Nuevo México.
El 26 de julio de 1945, el presidente norteamericano Harry Truman lanzó una proclama al pueblo japonés, conocida luego como la Declaración de Potsdam, pidiendo la rendición incondicional del Japón so pena de sufrir una devastadora destrucción aunque sin hacer referencia a la bomba atómica.Según la proclama, Japón sería desposeído de sus conquistas y su soberanía quedaría reducida a las islas niponas.Además los dirigentes militares del Japón serían procesados y condenados restableciéndose la libertad de expresión, de cultos y de pensamientos.
El instante de la explosión en Hiroshima
El Japón quedaba sujeto a pagar indemnizaciones, sus ejércitos serían desmantelados y el país tendría que soportar la ocupación aliada.Conociendo la mentalidad de los japoneses, es evidente que Truman buscaba el efecto contrario al que manifestaba públicamente.Los japoneses, humillados en su orgullo, no se rendirían y entonces Truman podría lanzar su anhelada bomba atómica, más como un mensaje intimidatorio hacia Stalin que pensando en la derrota japonesa que ya era casi un hecho.El 29 de julio el premier japonés Suzuki como era previsible rechazó la propuesta de Truman.El 3 de agosto, Truman dio la orden de arrojar las bombas atómicas en Hiroshima, Kokura, Niigata o Nagasaki.El objetivo le era indistinto y la suerte de cientos de miles de almas inocentes parecieron no importarle demasiado.El 6 de agosto despegaba rumbo a Hiroshima la primera formación de bombarderos B-29.Uno de ellos, el Enola Gay, piloteado por el coronel Paul Tibbets, llevaba la bomba atómica; otros dos aviones lo acompañaban en calidad de observadores.Súbitamente apareció sobre el cielo de Hiroshima el resplandor de una luz blanquecina rosada, acompañado de una trepidación monstruosa que fue seguida inmediatamente por un viento abrasador que barría cuanto hallaba a su paso.Las personas quedaban calcinadas por una ola de calor abrazador.Muchas personas murieron en el acto, otras yacían retorciéndose en el suelo, clamando en su agonía por el intolerable dolor de sus quemaduras.Quienes lograron escapar milagrosamente de las quemaduras de la onda expansiva, murieron a los veinte o treinta días como consecuencia de los mortales rayos gamma.Generaciones de japoneses debieron soportar malformaciones en sus nacimientos por causa de la radiactividad.Unas cien mil personas murieron en el acto y un número no determinado de víctimas se fue sumando con el paso de los días y de los años por los efectos duraderos de la radiactividad.
Una mujer calcinada por la bomba
A pesar de la magnitud del desastre, los japoneses decidieron seguir luchando hasta el final en una prueba de su valor como pueblo guerrero. El 9 de agosto otra bomba, esta vez de plutonio, caía sobre la población de Nagasaki.Los efectos fueron menos devastadores por la topografía del terreno pero 73.000 personas perdieron la vida y 60.000 resultaron heridas. Contra todos los pronósticos, el ministro de guerra japonés Korechika Anami comunicó inmediatamente que el Japón seguiría peleando hasta perder a su último hombre. Por esas horas dramáticas, los oficiales del Ejército y la Armada se enfrentaban al pesimismo del emperador Hirohito que se mostraba dispuesto a firmar la rendición incondicional. Un intento de golpe de estado causó la muerte de soldados leales al emperador y de algunos oficiales rebeldes, lo cual demuestra que aún después del devastador efecto de las bombas atómicas, los japoneses seguían debatiéndose entre pelear y rendirse sin amedrentarse ante el peligro de una tercera bomba. Numerosos oficiales incluyendo al propio Anami se suicidaron por medio del harakiri(ritual milenario) antes de rendirse al enemigo. La misma actitud siguieron muchos soldados y civiles en el campo de batalla que se mataban entre ellos frente a los captores que no podían dar crédito a semejante fanatismo. Recién el 15 de agosto, casi una semana después de Nagasaki, el pueblo japonés escuchaba por primera vez la voz de su emperador que había tenido que descender de su condición divina para convencer a su pueblo de que debía rendirse.Sin pronunciar la palabra "rendición" dijo que la guerra había terminado. Contra la creencia de muchos, Japón decidió rendirse no tanto por el efecto de las bombas atómicas sino por el ataque artero de la Unión Soviética desde Manchuria el día 8 de agosto de 1945. Cuando un millón y medio de rusos con sus fuerzas blindadas se lanzaron en el interior de Manchuria, los japoneses comprendieron que era inútil seguir resistiendo. Este hecho desmiente el típico cinismo de los historiadores occidentales que aún hoy sostienen que las bombas atómicas fueron necesarias para acortar la guerra y, por ende, para "ahorrar" la vida de miles de soldados que los aliados habrían perdido en su intento por invadir el Japón. Aún si esto fuera cierto, nada justifica haberle provocado la muerte instantánea a por lo menos 180.000 civiles inocentes que no eran soldados ni formaban parte de un objetivo militar.
viernes, 1 de octubre de 2010
1.0 Las Tecnologías de la Información y la Comunicación y la radio. Perspectivas de Futuro
El mundo de la comunicación ha sido uno de los sectores que, a lo largo del siglo XX, más se ha transformado, especialmente por la importante influencia que han ejercido las que se han venido en llamar Tecnologías de la Información y la Comunicación. Sin duda, los avances en informática, telecomunicaciones e industria del audiovisual han contribuido, de manera definitiva, en la configuración de una Sociedad de la Información cada vez más compleja y dinámica, en la que Internet se ha erigido en el rey de una galaxia inmaterial en la que la información se distribuye a velocidades impensables hace unos años.
La tecnología no sólo ha transformado la manera de distribución, sino que ha modificado la forma de "envolver" los contenidos, obligando a modificar los formatos. Y, en esto, la radio no ha sido una excepción.
En julio de 1999 se aprueba el Plan Técnico Nacional de la Radiodifusión Sonora Digital Terrenal, que sentaría las bases para la incorporación en nuestro país del Digital Audio Broadcasting (DAB). Se trata de un sistema europeo de radio digital estandarizado por el European Telecommunications Standardisation Institute (ETSI) que, entre otras cosas, supone la eliminación total de posibles interferencias, así como la recepción sin ecos. Además, el DAB, cuya generalización en España está prevista para el 2008, permitirá la multiplicación de canales de emisión y la incorporación, como afirma la profesora Rosa Franquet, de la Universidad Autónoma de Barcelona, de servicios multimedia, tales como información electrónica en una pantalla sobre la programación, el tiempo, el tráfico, etc..., e incluso imágenes en movimiento que, aunque no sean comparables a la calidad de la televisión digital, pueden resultar de utilidad para algunos tipos de aplicaciones. Estos servicios añadidos conforman los denominados PAD (datos asociados al programa, información sobre la emisora y la emisión, etc...) y los N-PAD (datos que nada tienen que ver con la emisora ni con los programas, sino que se trata de una serie de informaciones diversas como agenda de espectáculos, previsión meteorológica, servicios de urgencia, etc.), que podrán ser trasmitidas mediante un canal independiente.
Todas estas novedades tecnológicas modificarán, sin duda, la manera de emitir los datos. Pero ¿influirán en la creación de nuevos contenidos? o, por el contrario ¿se mantendrán los mismos tipos de programas que se emiten actualmente y lo único que cambiará será la manera de distribuirlos? Es demasiado pronto para saberlo. Hasta el momento algunas experiencias, como la iniciativa del grupo Prensa Española, que puso en marcha Punto Radio, una emisora que emite en DAB desde el año 2000, basan su programación exclusivamente en boletines de noticias y música. Para escuchar Punto Radio en necesario tener un receptor digital (la puedes encontrar en bloque MF II programa 5) o bien a través de Internet (http://www.puntoradio.com).
Hoy por hoy, la tecnología digital se ciñe mayoritariamente a la trasmisión de contenidos. De hecho, casi todas las estaciones disponen de estudios completamente digitalizados y automatizados, lo que permite que los productos radiofónicos se puedan elaborar con más comodidad y rapidez.
Además de la digitalización de los estudios y de lo que supondrá la implantación del DAB, las emisoras no han dudado en incorporar otra tecnología, como por ejemplo el denominado Radio Data System (RDS). Este es un sistema que posibilita la trasmisión de una señal digital imperceptible para el oído, y que, aprovechando el ancho de banda que ofrece la Frecuencia Modulada (FM), brinda al oyente la posibilidad de visualizar en una pequeña pantalla (display) el nombre de la emisora que está escuchando, así como algunos mensajes de texto. Hoy en día son muchos los receptores, sobre todo autorradios, que disponen de este tipo de pantallas para recibir datos. Además de estas pequeñas ventajas, el RDS permite otras cosas, como viajar oyendo el mismo programa aunque cambie la frecuencia o estar permanentemente informado de la situación del tráfico.
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